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Vincent Van Gogh, un pintor atormentado e incomprendido

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Vincent Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Zundert, Países Bajos, y fue hijo de un pastor protestante. Durante su infancia sufrió al haber sido el sustituto de un hermano que nació muerto el mismo día, pero un año antes que él, y al que también habían llamado Vincent. Fue un niño solitario, asistió a la escuela de manera muy irregular y la abandonó definitivamente a los quince años. En su adolescencia, desarrolló un carácter difícil y una personalidad cambiante e inestable. Años más tarde, Van Gogh comentaría sobre su juventud: “Mi juventud fue triste, fría y estéril”.

Primeras obras

En 1869, Vincent Van Gogh empezó a trabajar como aprendiz en Goupil & Co., una empresa de comercio de arte en La Haya. Después de enfrentar dificultades personales y una experiencia como misionero en Bélgica, regresó agotado a casa de sus padres en 1880 y decidió dedicarse por completo a la pintura. Van Gogh buscaba reflejar la vida cotidiana de los más desfavorecidos a través de su arte, inspirándose en pintores realistas franceses como Millet y tomando a Rembrandt como referente en cuanto al color.

Vida en París

Vincent Van Gogh se trasladó a París con su hermano Theo, donde experimentó con el neoimpresionismo y se centró en paisajes y retratos con colores puros y pinceladas de pequeños toques. Durante su estancia en Arlés, en el sur de Francia, creó numerosas obras, incluyendo Los girasoles y La terraza de café en la Place du Forum. En su correspondencia con Theo, explicó su obra El dormitorio del artista en Arlés. La relación con Paul Gauguin se volvió difícil, culminando en un incidente que resultó en Van Gogh cortándose la oreja. Tras la partida de Gauguin, ingresó en el hospital de Arlés y luego en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence en mayo de 1889.

Una muerte misteriosa

Durante los últimos treinta meses de su vida, Vincent Van Gogh creó quinientas obras, firmando hasta 79 cuadros en sus últimos 69 días. Experimentó arrebatos de desesperación y alucinaciones, alternados con periodos de trabajo marcados por un extremo visionario. El 29 de julio de 1890, a la edad de treinta y siete años, se disparó en el pecho con un revólver mientras paseaba por el campo. Dos días después, murió en su cama en brazos de su hermano Theo. En su lecho de muerte, se encontró una carta en la que escribió: “Yo arriesgué mi vida por mi obra, y mi razón destruida a medias”.

Transtornos mentales que sufría

Vincent Van Gogh sufrió de varios trastornos mentales a lo largo de su vida, incluyendo episodios depresivos, ideas paranoides, síntomas positivos de esquizofrenia, episodios de psicosis intermitentes, y posiblemente trastorno bipolar. También se ha especulado sobre la posibilidad de porfiria, un trastorno metabólico, y se ha mencionado la influencia de factores genéticos y familiares en sus padecimientos. Estos trastornos afectaron su capacidad para trabajar y se relacionan con episodios de desesperación, alucinaciones, y un intento de suicidio.

Fuente: National Geographic