Pinturas del Renacimiento
El Renacimiento fue una gran revolución pictórica, se manifestó concretamente en el siglo XV, conocido como Quattrocento. En un ambiente de creciente curiosidad intelectual, el perfeccionamiento y difusión de la pintura al óleo permitió usar el lienzo como soporte, de modo que la pintura pudo liberarse de los muros, y esto favoreció el coleccionismo particular. Las pinturas del renacimiento se caracterizan por el retrato, los paisaje y el bodegón, aunque no todavía como géneros independientes. Aparecieron también los desnudos y los temas mitológicos, históricos y alegóricos no cristianos. Los temas religiosos siguieron a la orden del día, pero desde un enfoque antropocéntrico.
Hagamos un recorrido por las tres pinturas del renacimiento más destacadas…
Mona Lisa, de Leonardo da Vinci (1503-1506)
La Mona Lisa es sin duda la obra más famosa de Leonardo da Vinci. Ella es expresión de la madurez del estilo leonardesco en cuanto a las técnicas del claroscuro y el esfumato, el cual consiste en difuminar los bordes de las figuras para que se perciba la integración en el espacio. Asimismo, hace gala de la técnica del paisaje de fondo, que abre el espacio para dar mayor profundidad. Sin embargo, esta obra, así como toda la obra de Leonardo, no pertenece al Quattrocento, sino al Alto Renacimiento, a veces llamado también Segundo Renacimiento.
El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli (1482-1485)
El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, fue originalmente parte de un mueble, y probablemente por ello no vemos un desarrollo del paisaje tan exhaustivo. La atención que recibe en parte tiene que ver con el tratamiento del tema, que ya no es un tema sagrado. Asistimos al mito del origen de Venus o Afrodita, diosa de la fertilidad y el erotismo.
Con esta obra, Botticelli legitimó la representación del desnudo femenino de cuerpo completo en el arte en temas profanos. Pero Venus no es aquí un personaje que se exhibe totalmente, sino una Venus púdica, que con sus cabellos tapa sus «vergüenzas». Así, este desnudo fue justificado como representación de la Virtud en el contexto del pensamiento filosófico de la época.
El matrimonio Arnolfini, de Jan van Eyck (1434)
Jan van Eyck fue un pintor flamenco que perfeccionó la pintura al óleo y ayudó a su difusión. Esta obra en particular es uno de los primeros retratos pictóricos de la historia. Cargada de símbolos, transmite la importancia y dignidad de los personajes, que ostentan una buena posición social. Sin embargo, genialidad de Van Eyck no está allí.
El pintor introduce al fondo un espejo que juega con los planos de representación. En él muestra el reflejo de dos personajes que no están visibles en la escena principal, creando la ilusión de que ocupan las posiciones del espectador. Este recurso probablemente habrá inspirado a las Meninas de Velázquez, más de doscientos años después.
Otras pinturas del renacimiento destacadas…
- La adoración de los magos, de Sandro Botticelli (1475)
- Virgen de las Rocas, de Leonardo da Vinci (1483-1486)
- Entrega de las llaves del cielo a San Pedro, de Perugino (1482)
- La Virgen del canónigo Van der Paele, de Jan van Eyck (1434-1436)
Fuente: culturagenial.com
Infografía elaborada por Infografiar.com