Los 4 tipos de Autismo
¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista?
¿Por qué ahora ya no se considera correcto el término ‘autismo’? Con la nueva edición del ‘Manual Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales’ (DSM-5) se tomó la decisión de cambiar el nombre a trastorno del espectro autista debido a la subcategorización del mismo en diferentes tipos, con sus propias características.
Este trastorno se manifiesta durante la infancia y es posible detectarlo incluso en las edades preescolares, mientras más temprana sea su diagnóstico mayores herramientas podrán tener los padres y el niño para tener una adaptación ideal a su entorno. Así como la capacidad de sobrellevar sus limitaciones, las cuales se centran en la expresión verbal, comunicación e interacción social y la demostración afectiva, dependiendo de su nivel de gravedad.
Sin embargo, podemos encontrar a nuestro alrededor a muchas personas con este trastorno que llevan una vida cotidiana regular, gracias a que han tenido una estimulación correcta, amor desmedido y mucha comprensión en su entorno. Además, han sido capaces de ver sus fortalezas, como las habilidades lógico-matemáticas o la creatividad abstracta.
Tipos de trastornos del espectro autista
Conocemos a continuación los tipos de autismo y las características de cada uno de ellos.
1. Autismo infantil o síndrome de Kanner
Este trastorno del neurodesarrollo fue descubierto en los años 30 gracias al doctor Kranner, por el cual lleva su nombre. El cual tiene varios niveles de gravedad: 1 (leve, necesita ayuda), 2 (medio, necesita ayuda notable) y 3 (alto, necesita ayuda muy notable) dependiendo de su nivel de afección en las esferas intelectuales, social, comunicacional y patrones de comportamientos repetitivos.
Sus características más notables son precisamente estos patrones de comportamiento repetitivos (tienen una rutina simple pero fija y se estresan si la rompen) y su dificultad para relacionarse con los demás (ya que prefieren mantenerse aislados además de que no pueden expresarse de forma regular)
De la misma manera tienen afecciones con la comprensión verbal y no verbal, control de motricidad fina y gruesa, expresión emocional y de juego simbólico e imaginativo. Sin embargo, tienen algunas características interesantes como el apasionarse sobre un tema, admiración y fascinación por cosas que llamen su atención y la agilidad creativa.
2. Síndrome de Asperger
Otro de los más comunes en el autismo y por el cual suele confundirse con regularidad, así que, ¿cómo diferenciarlos? Las personas que presentan Asperger suelen tener una capacidad intelectual media-alta, por lo que sus afecciones parece solo limitarse a su área social. Las personas afectadas por Asperger tienen muy poca empatía, una baja expresión y comprensión emocional, tienen un lenguaje muy básico y literal (por lo que no entienden las bromas o chistes), suelen ser muy metódicos, perfeccionistas y un tanto obsesivos.
Sin embargo, este síndrome es uno de los más difíciles de diagnosticar e incluso hay que realizar análisis por varios años para asegurarlo, es decir, que un niño puede ser diagnosticado al principio con síndrome de Kanner, pero después ser reevaluado para confirmar el síndrome de Asperger.
Expertos en neurología están de acuerdo que este síndrome se debe a lesiones localizadas en las áreas del cerebro encargadas de la relación social y las emociones (amígdala, lóbulo temporal, cerebelo)
3. Trastorno de desintegración infantil
También conocido como síndrome de Heller, es uno de los trastornos que más se tarda en detectar, ya que no se muestran ningún síntoma anormal sino hasta aproximadamente los 2 o 3 años de edad, inclusive pueden tardar hasta tiempo en detectarse. Este trastorno es poco usual, pero su sintomatología regresiva y repentina lo hace uno de los más graves.
En este sentido, cuando los niños tienen un desarrollo normal en su crecimiento físico, mental y emocional, hasta que llegan a los 2-3 años o más, donde presentan una cadena de regresión en las habilidades desarrolladas (motriz, cognitiva, social, comunicativa y lingüística) que no son posibles de recuperar.
4. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
Esta categoría aparece cuando la sintomatología presentada en los niños concuerda con el espectro autista, pero es demasiado general para identificarlo en alguna de las subcategorías anteriores. Por lo que presenta todas las afecciones en las áreas sociales, comunicativas, motrices y emocionales, pero también pueden apreciarse el apasionamiento por los temas, la organización, la creatividad abstracta y el seguimiento de rutinas específicas.
Fuente: Estilonext.com
Infografía desarrollada por INFOGRAFIAR