Las curiosidades sobre el cerebro más impresionantes

Estas son algunas de las razones por las que las neurociencias son un ámbito de estudio fascinante.

1. Hay una parte del cerebro dedicada a reconocer caras

El reconocimiento instantáneo de caras es una de las características más definitoria de los seres humanos, y facilita las relaciones sociales en una especie tan gregaria como la nuestra. Es una habilidad de la que disfrutamos gracias a una parcela de la corteza cerebral llamada giro fusiforme, que también se activa cuando vemos formas similares a caras en lo que se conoce como pareidolias.

2. El cerebro podría ser la unión de dos sistemas nerviosos

Existe una teoría según la cual el sistema nervioso central es el producto de la unión de dos sistemas nerviosos que fueron desarrollándose por separado a lo largo de millones de años de evolución biológica: uno dedicado a captar estímulos del entorno, y el otro dedicado a mover partes del organismo. Por ejemplo, se ha visto que en moluscos como los pulpos apenas hay unos pocos puntos de enlace entre el cerebro y las neuronas que activan los tentáculos.

3. El 60% de este es grasa

Por muy increíble que parezca, la mayor parte del cerebro es fundamentalmente grasa. En concreto, la mayor parte de la grasa queda acumulada en lo que se conoce como vainas de mielina, que cubren una parte de las neuronas conocida como axón para que el impulso eléctrico que estas células transmiten vaya más rápido.

4. Nunca deja de funcionar

El cerebro, literalmente, nunca deja de estar activado. No deja de estar encendido ni siquiera cuando dormimos ni cuando perdemos la consciencia a causa de un golpe o una enfermedad. Una de las curiosidades del cerebro es que su ritmo de trabajo se adapta a las necesidades del momento, pero la única vez en la que deja de hacerlo es cuando se muere.

5. No tiene receptores de dolor

El cerebro está lleno de fibras nerviosas, pero es insensible al dolor a no ser que esta “señal” le llegue desde otras partes del cuerpo. Esto hace que, siguiendo ciertos procedimientos, sea posible dejarlo al descubierto en operaciones estando la persona consciente; en estos casos, es posible cortar un poco partes de la corteza cerebral, y el o la paciente no tiene por qué notar nada.

6. La cantidad de neuronas del cerebro es increíble

En el encéfalo hay unos 80 mil millones de neuronas. Además, diferentes partes de este tienen mayor concentración de estas. Por ejemplo, el cerebelo es conocido por albergar mucha densidad de neuronas.

7. Puede adaptarse a la desaparición de una de sus partes

El cerebro es un conjunto de órganos que tiene una gran capacidad de adaptarse a las lesiones, teniendo en cuenta la importancia de las funciones que realiza. Eso hace que en algunos casos ciertas personas hayan perdido prácticamente la mitad de su cerebro, y a pesar de eso hayan sobrevivido. Cuando ocurre algo así, las partes que quedan sanas “aprenden” a realizar buena parte de las tareas que antes hacían las partes que han muerto o han sido extirpadas.

8. Las células nerviosas más numerosas no son las neuronas

Hay dos tipos fundamentales de células nerviosas: neuronas y células gliales. Las segundas son mucho más numerosas que las primeras, al ser el 85% del encéfalo.

9. Perdemos conexiones neuronales

Cuando nacemos, cada una de nuestras neuronas está, de media, más conectada a sus compañeras que cuando somos adultos. Eso significa que con el tiempo hay interconexiones que se pierden, probablemente a causa de la falta de uso, conservándose las que son más útiles.

10. Cada recuerdo tiene dos copias

Recientes investigaciones han mostrado que, al memorizar algo, esta información queda almacenada en dos sitios diferentes a la vez: la corteza prefrontal y una parte del encéfalo conocida como subículo, debajo del hipocampo. En los primeros momentos, el recuerdo usado es el que queda guardado en el subículo, pero con el paso del tiempo esta “copia” desaparece y pasa a usarse la de la corteza prefrontal, que se encara de la memoria a largo plazo.

11. Lesiones cerebrales modifican nuestra personalidad

Se ha comprobado que ciertas lesiones en el cerebro hacen que se pase de tener un tipo de personalidad a tener otro. Por ejemplo, daños en algunas partes del lóbulo frontal, propician la desinhibición y la agresividad.

Fuente: Psicología y mente