
Un estudio revela que el cerebro funciona mucho mejor con la vejiga llena. Según la Universidad del Estado de California, en Estados Unidos, esta técnica nos ayuda a mentir de forma convincente.
Se realizó un experimento con voluntarios, antes de una entrevista. Los dividieron en dos grupos, los hicieron beber 700ml de agua y a 50ml al otro.
El resultado: los investigadores detectaron mucho más fácilmente las mentiras en el grupo que había bebido menos. En cambio los otros, con la vejiga llena, mostraron menos señales de estar mintiendo y ofrecieron respuestas más largas y detalladas.
La explicación es que mentir es un ejercicio complejo que requiere el uso de muchos recursos mentales y el acto de controlar la vejiga nos ayuda a controlar el complejo proceso que se pone en juego al mentir.